Citas del autor François Alexandre (duque de la Rochefoucauld-Liancourt).
Número Cita
18Antes de desear algo ardientemente conviene comprobar la felicidad que le alcanza a quien ya lo posee.
153Se encuentran medios para sanar la locura, pero no se encuentran para enderezar una mente retorcida.
270Nuestra envidia dura siempre más que la felicidad de aquellos a quienes envidiamos.
302Pueden decir todo lo bueno que quieran de nosotros, pero nunca nos dirán nada nuevo.
429Los espíritus mediocres condenan generalmente todo aquello que no está a su alcance.
549Los ancianos se complacen en dar buenos consejos, porque así se consuelan de no encontrarse ya en situación de dar malos ejemplos.
1212Se ha escrito ya todo cuanto es posible para persuadirnos de que la muerte no es un mal. Sin embargo, yo dudo que nadie de buen sentido lo haya creído.
1290No hay tonto más molesto que el ingenioso.
1401El deseo de ser hábil impide a veces serlo.
1497Todos poseemos suficiente fortaleza para soportar la desdicha ajena.
1919La mayoría de las mujeres no lloran tanto la muerte de sus amantes por haberlos querido como por parecer más dignas de ser amadas.
2314La ausencia disminuye las pequeñas pasiones y aumenta las grandes, lo mismo que el viento apaga las velas y aviva las hogueras.
3005Todo el mundo se queja de su memoria, pero nadie de su inteligencia.
3017Es necesario tener tanta discreción para dar consejos, como docilidad para recibirlos.
3384Una amistad reanudada requiere más cuidados que la que nunca se ha roto.
3503Poca gente domina el arte de saber envejecer.
3621Nunca se desea ardientemente lo que sólo se desea por la razón.
4020Llevar una dieta demasiado severa para guardar la salud es una enfermedad tediosa.
4087Un sensato puede amar como un loco, pero nunca como un necio.
4325Los ancianos gustan de darnos buenos preceptos para consolarse de no poder darnos malos ejemplos.
5263El mundo recompensa antes las apariencias de mérito que al mérito mismo.
9182A menudo creemos odiar la adulación, y lo que odiamos es la forma en que nos adulan.
9183A menudo nos avergonzaríamos de nuestras más bellas acciones si el mundo viera los motivos que las producen.
9184A todos nos sobran fuerzas para soportar los males ajenos.
9185A veces es uno tan distinto de sí mismo como de los demás.
 

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