| 29 | El hombre verdaderamente libre es el que puede rechazar una invitación a comer sin excusarse. |
| 122 | Es una cuestión de limpieza; hay que cambiar de opinión como de camisa. |
| 2003 | La recompensa de los grandes hombres es que, mucho tiempo después de su muerte no se tiene la entera seguridad de que hayan muerto. |
| 3282 | A la sombra de un hombre célebre, hay siempre una mujer que sufre. |
| 5272 | No perdonamos jamás más que a aquellos que tenemos interés de perdonar. |
| 5273 | Me divierten las gentes que quieren seguir unas reglas, porque en la vida no hay más que lo excepcional. |
| 9140 | Algunos autores deben su éxito a la censura que, al prohibirles un libro, les proporcionó una popularidad que no tenían y que, sin esta ayuda, tal vez no hubieran conseguido nunca. |
| 9141 | Oficio curioso el de la literatura: mientras menos se hace, mejor hay que hacerlo. |
| 9142 | Se utiliza la adulación como el dinero: para que nos sea devuelta con intereses. |
| 9143 | Si el dinero no te da la felicidad, devuélvelo. |
| 9144 | Si la castidad no es una virtud es al menos una fuerza. |
| 9145 | Un amigo es el que adivina siempre cuándo se le necesita. |
| 9146 | Un crítico no debe decir sino la verdad. Pero debe también conocerla. |