Número | Cita |
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4235 | Es preciso estar siempre presto a declarar la guerra, para que no nos veamos obligados a la desgracia de tener que aceptarla. |
4548 | Ordinariamente, aquellos que educan a los niños y no les perdonan nada se perdonan todo a sí mismos. |
5295 | Nada sabéis, si sólo sabéis mandar, reprender y corregir. |
6983 | Amo a mi país más que a mi familia, pero amo a la humanidad más que a mi país. |
6984 | Cuantas más cosas digas, menos se acuerda la gente. A menos palabras, mayor provecho. |
6985 | El verdadero medio de ganar mucho consiste en no querer ganar nunca demasiado. |
6986 | Huye de los elogios, pero trata de merecerlos. |
6987 | La fuerza no puede jamás persuadir a los hombres; sólo logra hacerlos hipócritas. |
6988 | La muerte sólo será triste para los que no hayan pensado en ella. |
6989 | Las almas bellas son las únicas que saben todo lo que hay de grande en la bondad. |
6990 | Los hombres sinceros y virtuosos, que siempre son los mismos y se someten a las reglas de la virtud, jamás sabrán agradar tan fácilmente a los príncipes como los que lisonjean sus pasiones dominantes. |
6991 | Los más insolentes en la prosperidad son en la adversidad los más débiles y cobardes. |
6992 | Sólo el infortunio puede convertir un corazón de piedra en un corazón humano. |
9402 | Antes de arrojarse al peligro, hay que preverlo y temerlo, pero cuando se está ante él, no queda más que despreciarlo. |
10599 | Jamás es perdido el bien que se hace. |