| 9892 | Aunque no sea más que por el mísero afán de descansar, debéis trabajar. |
| 9893 | Confía en los demás, pero no te fies más que de ti. |
| 9894 | El que se deja llevar por el ímpetu del arrebato será siempre un juguete de sus pasiones y un esclavo del primero que sepa observarle. |
| 9895 | El trabajo es la ley de la felicidad. |
| 9896 | La condición esencialísima para ser optimista es tener una absoluta confianza en sí mismo. |
| 9897 | La desesperación es ya en sí una especie de suicidio. |
| 9898 | La mayoría de hombres ricos viven en constante inquietud por no saber sacar de la riqueza nada más que indigestiones. |
| 9899 | Lo más desolador, lo único verdaderamente desolador que hay en este mundo es tener que exclamar: «¡Ya es tarde!». |
| 9900 | Procura hacerte digno de todos los favores, pero no aceptes ninguno. |