| 9236 | La verdadera elocuencia consiste en no decir más de lo que es preciso. |
| 9237 | Las mujeres que aman perdonan más fácilmente las grandes indiscreciones que las pequeñas infidelidades. |
| 9238 | Lo que a menudo nos impide abandonarnos a un vicio es que tenemos varios. |
| 9239 | Lo que hace que la mayoría de las mujeres sean tan poco sensibles a la amistad es que la encuentran insípida una vez que han probado el gusto del amor. |
| 9240 | Lo que hace que los amantes no se aburran nunca de estar juntos es que se pasan el tiempo hablando siempre de sí mismos. |
| 9241 | Lo que nos hace insoportable la vanidad ajena es que hiere la propia. |
| 9242 | Lo que se llama liberalidad no es por lo regular sino la vanidad de dar, vanidad que preferimos a lo que regalamos. |
| 9243 | Los apellidos famosos, en vez de enaltecer, rebajan a quienes no saben llevarlos. |
| 9244 | Los pleitos no durarían tanto tiempo si el error estuviera sólo en una parte. |
| 9245 | Los vicios entran en la composición de las virtudes, como los venenos en la de los remedios. |
| 9246 | Los viejos se consuelan dando buenos consejos porque no pueden dar malos ejemplos. |
| 9247 | Más traiciones se cometen por debilidad que por un propósito firme de hacer traición. |
| 9248 | Mayores virtudes se precisan para sostener la buena fortuna que la mala. |
| 9249 | Mientras más se quiere a una mujer, más cerca se está de odiarla. |
| 9250 | Muchas veces se hace el bien para poder hacer impunemente el mal. |
| 9251 | Muchas veces la pasión torna necio al hombre más cuerdo y cuerdo al más necio. |
| 9252 | Ni el sol ni la muerte pueden mirarse fijamente. |
| 9253 | No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay. |
| 9254 | No iría muy lejos la virtud si la vanidad no la acompañase. |
| 9255 | No se debe juzgar del mérito de un hombre por sus grandes cualidades, sino por el uso que sabe hacer de ellas. |
| 9256 | No se desprecia a todos los que tienen vicios; pero se desprecia a todos los que no tienen ninguna virtud. |
| 9257 | No tenemos bastante fuerza para seguir todas las indicaciones de nuestra razón. |
| 9258 | Nuestra desconfianza justifica el engaño ajeno. |
| 9259 | Olvidamos nuestras faltas con mucha facilidad cuando sólo las conocemos nosotros. |
| 9260 | Para conocer una cosa hay que conocer bien sus detalles. |